Referente periodístico…
Por Gerardo DE ÁVILA (*)
Lo dijo el gobernador: “La situación financiera en el Instituto de Seguridad Social al Servicio de los Trabajadores del Estado de Zacatecas (ISSSTEZAC) está al borde del colapso y urge tomar medidas profundas para frenar la crisis”. Parece que la iniciativa de reforma a la Ley del instituto es la solución.
Les alcanzará.
Y esto lo digo yo: “entonces, la crisis que ahora acepta el mandatario estatal fue por los excesos del pasado”. Y en el pasado reciente estuvieron al frente Jesús de Alba (sexenio de Ricardo Monreal Ávila) y Víctor Roberto Infante González (sexenio de Amalia Dolores García Medina).
¿Ellos son los culpables o quién?
Hasta lo que conocemos, al primero (Jesús de Alba) lo inhabilitaron por diez años cuando existía la Contraloría Interna y la titular era Julieta del Río Venegas; el segundo (Víctor Roberto González Infante) es Delegado del IMSS en Durango y ya aclaró que cuando dejó el ISSSTEZAC dejó en orden a la institución.
¿Quién miente pues?
Por lo pronto, entre certezas y realidades, de acuerdo con la Auditoría Superior del Estado (ASE) de Raúl Brito al ISSSTEZAC le queda año y medio de vida. De ahí la urgencia que el actual Director General Víctor Rentería y su equipo de abogados terminen la iniciativa para reformar la Ley.
Úrgeles.
En suma, los excesos de las administraciones pasadas tienen a la institución en una profunda crisis. El diagnóstico es para preocupar a cualquiera. Y aunque difícilmente lo harán, no estaría de más llamar a cuentas tanto a Jesús de Alba como a Víctor Roberto Infante González para que explique los excesos.
Así se interpreta.
Hasta lo que logramos entender, en este momento dos cosas le urgen al gobierno de Miguel Alonso Reyes: que con la iniciativa de reforma a la ley se garantice el presupuesto anual del Instituto y el fondo de pensiones para los trabajadores. Desde luego, hay otras cosas en donde tendrá que poner orden.
En salarios inflados poco hará…
Mensajes no escritos
Aunque no lo dice de manera directa el gobernador, la crisis en el ISSSTEZAC apunta a las dos administraciones pasadas, pero como dicen los abogados: “el que acusa tiene que probar”, esto difícilmente se hará, en todo caso, se busca la solución, a través de cambiar la Ley.
Pa´ que más pleitos.
En medio de esta discusión, queda claro que el equipo de Víctor Rentería tiene que tener cuidado con lo que se pretende cambiar de la Ley ISSSTEZAC. En estos momentos atentar contra la clase trabajadora resultaría peligroso. Lo arbitrario que se hizo en el pasado debe servir para no cometer otros excesos
Así de sencillo.
La herencia de los gobiernos anteriores y que presuntamente tiene al ISSSTEZAC al borde del colapso podría traer reacciones de los ex gobernadores, discusión, que de darse, debe servir para aclarar las cosas que parecen estar hoy bastante enredadas, aunque lo que sí es claro es que la institución está en crisis.
Peto tiene nombre y apellidos.
Resumiendo: la indiscriminada contratación de trabajadores con súper salarios, que ya quisieran otras dependencias y entidades del propio gobierno tiene hoy al ISSSTEZAC sumido en una crisis financiera, que sino ponen los correctivos a tiempo, sólo habrá viabilidad para la institución para año y medio.
El tiempo corre.
Hay quienes sostienen, que incrementando las cuotas a los trabajadores del Instituto también podría ser parte de una solución integral. De tal suerte pues, que mientras llega la solución el ISSSTEZAC estará en la discusión de la agenda pública y más ahora que el jefe del Ejecutivo reconoce la crisis.
Que dicen los trabajadores.
Vamos a esperar, si la iniciativa de reforma a la Ley ISSSTEZAC, por si misma es la solución. Desde la realidad aldeana, nos parece que en el Instituto hace falta más que una reforma a la ley, dicho de otra manera, se requiere quién ponga orden y disciplina.
¿O no?
Para el anecdotario:
1) Vaya escándalo el que provocó el singular edil de Fresnillo, Benjamín Medrano Quezada con su humilde casa de 15 millones de pesos.
- Pero la culpa no la tiene el indio, sino quien lo hizo compadre, que no.
Es tan sólo una opinión.
(*) Periodista.