Cimacnoticias | México, DF.- Ante el acoso sexual y desigualdad laboral que afrontan las trabajadoras del sector turístico –que representan el 70 por ciento del personal de este rubro–, académicas exigieron mecanismos de supervisión obligatorios en los centros de trabajo, y medidas que faciliten y promuevan la denuncia.
De acuerdo con el estudio de 2013 “El acoso sexual a las trabajadoras del sector turismo”, de las académicas Carla Pederzini Villareal, de la Universidad Iberoamericana, y Arlette Covarruvias, del Colegio Mexiquense, este flagelo es cometido por clientes y empleadores y afecta directamente a las mujeres.
Según detalla la investigación, a partir de entrevistas a empleadas y empleadores en centros turísticos del DF, Tepoztlán, Morelos, Cancún, Quintana Roo, y Acapulco, Guerrero, se detectó que las recamareras son las más perjudicadas; sin embargo, esta problemática también se da entre las mujeres taxistas, “hostess” (recepcionistas), vendedoras de boletos y meseras.
Y es que en la actividad cotidiana del sector hay factores de vulnerabilidad que fomentan el acoso sexual, por ejemplo, la obligación de las trabajadoras a ser atentas y serviciales con los clientes y el uso de la imagen para atraer consumidores.
Otros factores que derivan en acoso sexual es el consumo de alcohol entre los clientes y el aislamiento físico que experimentan las empleadas en sus sitios de trabajo, lo que potencializa la ocurrencia de esta problemática.
Las académicas lamentaron que muchos de quienes se desempeñan en este sector, y la sociedad en general, desconocen la frecuencia y las consecuencias con que ocurre este flagelo.
Señalaron que es primordial que las trabajadoras sepan que “tienen el derecho de sentirse incómodas” ante una situación de acoso, y que los otros trabajadores del sector también conozcan que esta acción puede tomar la forma de una conducta ofensiva, como la violencia física o el chantaje sexual, o puede manifestarse de una forma “en apariencia inocua” (que no hace daño).
Por esto, las especialistas insistieron en la necesidad de mecanismos de supervisión obligatorios en hoteles y moteles, así como una línea telefónica para reportar abusos de manera anónima, entre otras medidas para contrarrestar el acoso sexual contra las trabajadoras del sector turístico en México.
Agregaron que es de suma importancia que se invierta e implementen acciones para erradicar este problema, ya que de acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el sector turismo en México genera 9 por ciento del Producto Interno Bruto anual.
DESIGUALDAD LABORAL
Cabe agregar que ésta no es la única investigación al respecto, ya que en 2011 El Colegio de México (Colmex) publicó el “Análisis económico del mercado laboral en el sector turístico: hacia una política de igualdad entre hombres y mujeres”.
En este informe el Colmex señaló que el sector turismo es el que más emplea a mujeres con nivel educativo medio superior y superior con 41 por ciento del personal femenino contratado, pero 92 por ciento de ellas tiene una posición subordinada, especialmente como “mozos de hotel, botones o similares” y no como empleadoras.
Asimismo, las ocupaciones con menos representatividad femenina son las direcciones en servicios culturales, de esparcimiento, recreativos, restaurantes, hospedaje y comercio.
Además, según el estudio, el sector turismo es el que presentaba en 2011 mayor desigualdad salarial entre los sexos, ya que mientras los varones percibían por hora un promedio de casi 30 pesos, las mujeres –por realizar las mismas actividades y en mayor vulnerabilidad a ser víctimas de violencia– recibieron 20.97 pesos.
Por esto, las y los académicos del Colmex emitieron recomendaciones urgentes para las secretarías de Turismo y de Trabajo y Previsión Social, como sancionar de manera ejemplar el hostigamiento y acoso sexual, crear tribunales y fiscalías especializadas para estos delitos, así como prevenir e informar sobre este tipo de violencia en los centros laborales.
Pese a estas y otras recomendaciones, la Secretaría de Turismo presumió en 2012 sus “logros en igualdad de género”, pero no brindó cifra alguna que demostrara la disminución de la violencia hacia las trabajadoras, sino únicamente las certificaciones del sector en el tema de igualdad y la creación de programas al respecto sin presentar resultados.