Cimacnoticias | México, DF.- El desprecio de los gobiernos hacia los mecanismos para el adelanto de la población femenina es tal, que ni siquiera establecen garantías para que sean encabezados por mujeres capaces.
Las titulares de los mecanismos para el adelanto de las mujeres son designadas por los ejecutivos estatales, y por tanto son afines al gobierno local o familiares de algún político, y carecen de habilidades administrativas o conocimientos de los derechos femeninos, lo que denota un desinterés de las autoridades hacia las instituciones promotoras de las políticas de género.
Lo grave de que las funcionarias sean elegidas por “dedazo” (imposición) –coinciden investigadoras y activistas–, es que cuando la directora de la instancia no cubre el perfil, su posición será apegada al gobierno en turno y carecerá de una agenda propia.
El papel de las directoras es importante, ya que a decir de la investigadora del Centro de Estudios Sociológicos del Colmex María Luisa Tarrés, las acciones de los mecanismos dependen de la calidad de los vínculos que sus responsables tengan con el gobierno y la sociedad civil locales.
En su artículo “Reflexiones sobre el feminismo y los institutos de las mujeres”, Tarrés explica que además de la trayectoria de las dirigentes, también entra en juego su postura partidaria, sus interpretaciones sobre el género y la estructura administrativa, ya que tendrán que trabajar conforme lo dicte la instancia de quien dependan.
Si bien en el Inmujeres por ley hay un método de elección y un perfil definido para su presidenta, en los estados no hay lineamientos que garanticen a la titular más capaz.
En el caso del Instituto de la Mujer Guanajuatense (Imug), el gobernador elige a la directora que de entrada debe ser panista (por ser el PAN el partido hegemónico en la entidad).
En opinión de Maribel Arellanes, feminista e impulsora del Imug en 2001, pareciera que la titular debe dedicarse al tema de “la belleza”.
Y es que la actual directora del instituto es Adriana Rodríguez Vizcarra, quien fundó un grupo de promotoras de una marca de cosméticos. Según Arellanes, si bien esto es una fuente de trabajo para muchas mujeres, en la realidad no responde a una agenda de género.
SIN CUMPLIR PERFILES
Para las activistas, estar al frente de estas instancias no es menor, pues la presidenta debe atender tareas como administrar y representar legalmente al instituto, instrumentar, ejecutar y vigilar el cumplimiento de los acuerdos, formular programas y presupuestos, y si bien tiene todo un equipo, la titular es la cara visible de todo el proceso.
Otro caso donde no importa el perfil es el de la vocal ejecutiva del Consejo Estatal de la Mujer y Bienestar Social (Cemybs) del Estado de México. En este caso, la instancia no es exclusiva para impulsar políticas de género, pues también atiende a otros grupos de la población y no está sectorizado a la Secretaría de Desarrollo Social, por lo que depende del Ejecutivo estatal.
La actual titular del Cemybs, la priísta María Mercedes Colín Guadarrama, es contadora pública y fue alcaldesa de Amanalco y diputada local, cargo en el que trabajó temas como fiscalización, planeación, recursos naturales y migración.
Aunque debería sobresalir por su desempeño en las áreas de igualdad, una de sus funciones más relevantes fue como subsecretaria del Medio Ambiente estatal de 2009 a 2011.
A decir de Gabriela Delgado Ballesteros, feminista e investigadora de la UNAM, los institutos de la Mujer son usados como herramienta de proselitismo político, y por ello la persona a quien se le asigna la dirección depende de “acuerdos políticos o de las necesidades de los gobernadores”.
Otra designación por “dedazo” fue la de Sasil Dora de León Villard, titular de la Secretaría para el Desarrollo y Empoderamiento de las Mujeres de Chiapas (Sedem), en mayo de 2013. Antes de este cargo, De León fue diputada local por el PVEM.
Martha Figueroa Mier, directora del Colectivo de Mujeres de San Cristóbal de las Casas, dice que a la titular no le interesa colocar en la agenda las problemáticas de las mujeres.
Como ejemplo, menciona que ante las denuncias de violencia de género –que cobró la vida de 90 mujeres en 2013 y 97 en 2012–, De León se limitó a regalar flores y bolsas del mandado a las chiapanecas, para “felicitarlas” por el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, celebrado el pasado 25 de noviembre.
En Chihuahua, las organizaciones civiles acusan que las titulares del Instituto Chihuahuense de la Mujer están apartadas de las demandas femeninas, y se mantienen ajenas a problemas como el feminicidio.
Por ello solicitaron la renuncia de Luisa Fernanda Camberos Revilla, directora de 2006 a 2010, por considerar que sólo seguía la línea de los gobiernos federal y estatal de intentar ocultar la violencia de género en la entidad.
Camberos Revilla fue testigo del Estado mexicano ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, durante el juicio por el caso Campo Algodonero, y en lugar de admitir la negligencia del gobierno de Ciudad Juárez, aseguró que desde su instituto se implementaban programas a favor de las mujeres.
Asimismo omitió mencionar que en 2008 se cortaron las becas que entregaba a hijas e hijos de madres víctimas de violencia.
La ex funcionaria, identificada por promover los valores familiares, ahora forma parte del Consejo Consultivo del instituto actualmente dirigido por Emma Saldaña Lobera.
En este contexto, Delgado Ballesteros destaca que se debe transitar a una nueva concepción de lo que es una política pública a favor de las mexicanas, pues los mecanismos actualmente son asistenciales y no consolidan programas o políticas para el desarrollo de las mujeres.