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Zacatecas, Zac.- El actor mexicano Ignacio López Tarso, quien dio vida en el cine al personaje Macario del cuento de Bruno Traven, volvió a dar vida al mismo, después de 50 años, pero ahora a través de una puesta en escena que se presentó en el Teatro Ramón López Velarde, dentro de las actividades del XXV Festival Cultural de Zacatecas 2011.
El recinto lució a su máxima capacidad, el público esperaba ansioso la aparición del primer actor y cuando salió lo recibieron de pie y con aplausos. La obra presentada consistió en una lectura dramatizada titulada âMacario, el ahijado de la muerteâ.
Eduardo Ruiz Saviñón dirige esta obra, donde además participan Juan Ignacio Aranda, Gabriel Pérez Negrete y Guillermo González Phillips. Ignacio López Tarso es quien interpreta al personaje principal, Macario.
Esta obra se ha presentado en más de cien ocasiones y con públicos muy diversos, dijo López Tarso, en conferencia de prensa, minutos antes de su actuación.
La historia de Macario es mejor conocida a través del cine. López Tarso, reconoció que el personaje de Macario que hizo en 1959, fue el primer estelar en su vida y con esa actuación logró presentarse en muchos lugares del mundo, como en la India.
La obra cuenta la historia de un leñador que en el momento en que está cumpliendo el más grande deseo de su vida, comerse un guajolote completo, recibe la inesperada visita de tres personajes poderosos: el Diablo, Dios y la Muerte.
El también protagonista de Gallo inútil, en conferencia de prensa, agradeció a Zacatecas por acogerlo de nueva cuenta. El director del Instituto Zacatecano de Cultura âRamón López Velardeâ, Gustavo Salinas íñiguez, le invitó a engalanar una próxima muestra de cine de todas sus películas en la Cineteca Zacatecas. López Tarso aceptó con entusiasmo.
En la puesta de escena estuvo presente el Gobernador del Estado, Miguel Alonso Reyes, quien al finalizar la presentación entregó un reconocimiento al actor Ignacio López Tarso, en el marco de este XXV Festival Cultural. El público hizo lo propio al acogerlo nuevamente con aplausos y de pie.
