Hasta la redacción de Mirador, llegó una denuncia ciudadana en la que se cuestiona la actitud de un chofer de la Ruta 3, el que con gran desfachatez y sin pensar su pasaje, desafí­a a las personas y a la ley, fumando en el interior del vehí­culo que maneja.

A continuación, referimos el relato de nuestra denunciante:

El dí­a de antier, 15 de diciembre, alrededor de las 4:40 de la tarde, me dispuse a tomar la ruta 3 en compañí­a de mi bebé de apenas 3 meses y medio, cerca del polideportivo donde se encuentra la base de la misma ruta 3. Paso el camión con el numero económico 20. Iba conducido por un chofer de tez morena, obeso y con varios lunares en el rostro; para variar, vestí­a mal su uniforme y lo traí­a sucio. Su aspecto no era tan malo, sino lo que vení­a haciendo: fumaba descaradamente a pesar que el mismo camión trae la leyenda «no fumar».

Al abordar no me percate de eso, sin embargo, al usar el primer asiento se me vino el olor del humo, por lo cual mantuve tapado a mi bebé. Al llegar a la esquina del COBAEZ, abordó una señora con su hija y le pidió de favor al chofer apagar su cigarro, quien hizo caso omiso de la solicitud.
El dí­a de ayer, cerca de las 9:45 de la mañana, mi esposo, mi bebé y yo, por alguna razón tomamos la misma ruta, con el mismo numero económico y nos sentamos en el primer asiento, al subir para la Calzada Solidaridad, el chofer sacó su cigarro y desvergonzadamente, sin tomar en cuenta al bebé prendió su cigarro y fumó con la misma actitud, mi esposo me dijo que pasáramos al final de camión, diciéndole al chofer que no se debí­a fumar en la ruta, y menos cerca de un bebe; el chofer se alteró y dijo que no se le daba la gana apagar su cigarro e insultando a mi esposo, amenazaba estúpidamente con echarle a la «patrulla».

Mi esposo respondió levantándose del asiento que lo demandarí­a, a lo que el chofer respondió con ofensas, entonces yo le pedí­ a mi esposo bajar de la ruta y mejor tomar un taxi, el chofer no querí­a abrir la puerta trasera para bajar y no, no apago su cigarro!!!
En ningún trabajo en todo el paí­s se permite fumar, y mucho menos ofender a los clientes, nosotros llevábamos un bebé, del que nos preocupa su salud, pero a diario abordan estas rutas: niños, bebés y personas de la tercera edad que están más propensas a las enfermedades, por lo que es necesario respetar su aire ¡¡¡limpio!!!

El derecho del chofer y del fumador termina donde empiezan mis derechos. Listos con los choferes descarados y maleducados!!!