Visión y percepción
revuelta en la SSP
Por Salvador del Hoyo B.
Zacatecas, Zac.-Vaya problema el que se presentó el fin de semana en la Secretaría de Seguridad Pública, luego de que elementos de la Policía Estatal se manifestaron y comenzaron un paro de labores, exigiendo la destitución de varios mandos.
«No queremos a los «Chilangos», era una de las consignas que gritaban a las afueras del edificio de la secretaría. Otros más coreaban sobre la destitución del subsecretario y encargado de la dirección de la PE y otros directivos
Los acusaron de hacer renunciar a varios compañeros zacatecanos, debido a las presiones y malos tratos; incluso los llaman «malandros». Señalaron sentirse amenazados por sus jefes así como por la delincuencia organizada.
El Secretario de Seguridad, Adolfo Marin Marin intento intervenir, invitándolos a una mesa de negociación, a lo que los policías le contestaron que la única petición era que destituyeran a los directivos o se iban al paro de labores indefinido.
Los inconformes se sienten tan amenazados que ya abandonaron la corporación, alrededor de 20 elementos, durante la semana. Los ánimos se caldearon a tal grado que estuvieron a punto de los golpes (hay quien asegura que sí hubo violencia y lesionados).
Ellos también denunciaron que los «federales» que llegaron con el ex secretario, Arturo López Bazán, ya recibieron grados en un año aproximadamente y, por ende, mejores salarios. Se sienten relegados, dentro de la corporación.
La situación de inseguridad que vive el Estado también ha propiciado que los policías estatales vivan momentos muy dificiles. Varios de sus compañeros han sido asesinados y reclaman que no se les ha ayudado a sus familiares, quienes también estuvieron presentes con pancartas y gritando consignas.
Los policías manifestantes exigen ser escuchados por el Gobernador, David Monreal, para exponerle sus denuncias, porque, además, cuestionan al secretario Marin Marin. Tampoco quieren ser atendidos por él.
Las demandas son muy claras: destitución de los directivos y que, también los «chilangos» se vayan de la corporación.
Veremos en qué termina este grave problema en la SSP.