Por: Modesto Sedano / www.periodicomirador.com
Con una plaza Monumental de Zacatecas llena, se llevó a cabo la cuarta corrida del 201 aniversario de la Independencia de México, la que sin lugar a dudas, dejó buen sabor de boca entre los asistentes que se dieron cita la tarde de este 16 de septiembre.
Ante un público expectante y sediento de ver a los exponentes de la tauromaquia, abrió plaza el tlaxcalteca Rafael Ortega, que ante su primer enemigo de la tarde, pasó sin pena ni gloria pese a que le puso empeño, por ganas no quedaron, al igual que en su segundo, unos desplantes que dividieron opiniones entre el respetable ante un toro que regateaba las embestidas.
Joselito Adame puso en calor a los asistentes, demostrando el por qué tuvo una gira de triunfo en España y Francia, ya que el muchachito hidrocálido, le puso entusiasmo y torerío a los dos que le tocaron en suerte. Incluso hubo derroche de valor, lo que lo catapulta como primera figura del toreo en México. Adame fue el triufador de la tarde al cortar la única oreja del festejo.
Antonio Romero, con un año de alternativa y mucho mejor que en su primera corrida, demostró hechuras que calaron hondo entre la afición y los óles no se hicieron esperar, máxime que es el torero de la tierra, soberbios pares de banderillas ante sus dos bureles, un ligero susto en su segundo, después de hacer un quite por revoleras, tropezó con el capote, cayendo a un costado de la cara del toro.
Pesado con la espada, de no haber fallado se lleva las peludas de su primer enemigo y tal vez, de su segundo.
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