Zacatecas, Zac.- Francisco Goitia, Obsesión en soledad es el título del libro de Sofía Gamboa Duarte, que fue presentado en el Museo Francisco Goitia. Este texto, reúne registro de las obras completas de Francisco Goitia, que incluye bocetos, estudios, dibujo, pintura, grabado, piezas inconclusas y proyectos de diseño urbano, con un total de 214 obras.
La presentación, que se llevó a cabo en el espacio museístico que alberga una parte importante de este reconocido pintor zacatecano y que además lleva su nombre, corrió a cargo de Juan Antonio Caldera, con los textos de ílvaro Matute y Javier Acosta.
Antes, el director general del Instituto Zacatecano de Cultura (IZC) âRamón López Velardeâ, Gustavo Salinas Iñiguez, señaló que esta publicación, editada por el IZC, Â muestra de manera minuciosa la vida del pintor Francisco Goitia, a la cual Sofía Gamboa Duarte se encarga de trasladar al lector a los momentos claves que en vida tuvo este importante pintor.
Indicó que para el Gobierno del Estado, como para el IZC es uno gusto impulsar publicaciones como Francisco Goitia, Obsesión en soledad, texto que implicó una amplia investigación y recopilación de datos e imágenes de algunos de los trabajos que realizara Goitia.
Frente un importante grupo de zacatecanos, Yolanda Alonso, encargada de moderar el evento, mencionó que Goitia fue un artista sui generis dentro del panorama cultural mexicano, ya que se mantuvo al margen de las costumbres sociales de su época y de la corriente pictórica oficial.
En su participación, Juan Antonio Caldera leyó un texto de ílvaro Matute Aguirre, prologuista de esta publicación del cual comentó que el libro titulado Francisco Goitia, Obsesión en soledad muestra un amplio estudio y análisis de la formación profesional del artista zacatecano.
Esto, en base a una reflexión estética sobre su vida y obra con la cronología más completa y corregida de fechas y datos como premios, exposiciones, contratos, viajes y residencias dentro y fuera del país.
En el compendio de Sofía Gamboa Duarte âañadió- se observa a un Goitia especial y que vivió con la convicción de serlo, se negó a llevar la vida convencional de sus colegas o contemporáneos y se empeñó en ser fiel a sus creencias hasta el final de sus días.
Por su parte, Javier Acosta señaló que la vida de Francisco Goitia está totalmente ligada a su obra, pues representa un encuentro consigo mismo a través de la pintura. La búsqueda de su propia identidad en las imágenes que plasmó muestra sus más profundos temores, angustias y ansiedades.
Tata Jesucristo, su obra maestra y la cúspide de su búsqueda como pintor, representa el grito más desesperado de un espíritu atormentado que finalmente es escuchado por Dios, el único, según él, de quien se puede recibir el sosiego y la armonía con el mundo.
âEn este texto que hoy presenta Sofía Gamboa Duarte nos habla de los célebres autorretratos del pintor que corresponden a los últimos años de su vida y muestran la madurez y serenidad de un temperamento afligido por una verdad que finalmente es revelada en su propio interior; es dentro de sí mismo donde finaliza esa agotadora búsqueda y es únicamente entonces cuando puede descansar en paz o dejarse morirâ.
Francisco Goitia âdijo- tuvo plena conciencia de que sus pinturas no son objetos decorativos, son el testimonio de una parte del México que conoció íntimamente y del que supo abstraer su más pura esencia. La mayoría de su trabajo son expresivas piezas que transmiten algo y ese âalgoâ es una señal trascendentalmente humana.
Finalmente cabe señalar que este libro muestra también las últimas fotografías de Goitia con vida, hechas por Julio Mayo en su casa de Xochimilco unos meses antes de morir; ahora, por primera vez son publicadas por en un libro gracias a la intervención de Pedro Valtierra.