Por: Alfonso Llanas Juárez
Zacatecas, Zac.-La revocación de mandato una figura nueva de participación ciudadana en la vida política del país que permitirá a los ciudadanos decidir respecto de la continuidad del encargo del Presidente de los Estados Unidos Mexicanos o en su caso los gobernadores de los estados y Jefe de Gobierno de la Ciudad de México cuando no cumplan con los objetivos para los cuales fueron electos.
El objetivo de este artículo es realizar un análisis sobre la participación directa de la sociedad en los asuntos trascendentales en nuestro país a través de distintos mecanismos de participación ciudadana en lo particular la revocación de mandato, figura que han adaptado distintos países de Latinoamérica, entre ellos Colombia, Bolivia, Perú y Venezuela.
En la última década se ha dado apertura a la participación ciudadana sin la injerencia o respaldo de los partidos políticos creando instrumentos que permiten una intervención directa de la ciudadanía en los asuntos públicos de nuestro país a través de las candidaturas independientes, las consultas populares y la iniciativa popular.
La democracia directa le otorga al ciudadano formar parte en el ejercicio del poder, a través de instrumentos democráticos de participación socialseñalados en el párrafo anterior, así como la revocación de mandato el cual permite destituir a los servidores públicos que no cumplan con sus funciones a mitad de su gobierno.
Al día de hoy se está cocinando una reforma constitucional que en gran medida será un parteaguas para el fortalecimiento de la participación de los ciudadanos de forma directa en los asuntos que competen al gobierno o será el inicio del ocaso de la democracia representativa. Dicha reforma busca afianzar la participación ciudadana a través de la figura de revocación de mandato.
En este escrito analizaremos la democracia representativa, así como la democracia directa, figuras que van de la mano. Por otra parte examinaremos el derecho que tendrán los ciudadanos de terminar con el mandato de nuestros gobernantes cuando vayan por el camino equivocado o no busquen el bien común de la sociedad.
La participación ciudadana no concluye con las elecciones donde los ciudadanos eligen a sus representantes a través del voto, si no que conlleva una serie de actividades tendentes a influir en la vida pública del Estado como lo menciona Ricardo Zazueta Villegas (2003:11) “…la participación ciudadana deberá de concebirse como la intervención directa de la ciudadanía en las actividades públicas, sin estar relacionada con la participación mediante partidos políticos o con el ejercicio promocional de voto.”
En las democracias modernas o de representación los Estados han adoptado una serie de mecanismos o procedimientos para que los ciudadanos puedan hacer valer sus derechos políticos en los asuntos que compete directamente a las autoridades como son: el referéndum, la iniciativa popular, la revocación de mandato y la consulta popular.
Los anteriores instrumentos permiten a los ciudadanos participar activamente en los asuntos trascendentales en el ejercicio del poder, ya sea presentando iniciativas de leyes, de reforma o abrogación; por otra parte en lo que concierne a la revocación de mandato se pone en escrutinio de la ciudadanía la continuidad del gobernante que ha sido electo a través de un proceso electoral, el cual evaluara su mandato, determinando si continúa o no con su mandato como funcionario público.
La función de esta figura es terminar una crisis existente en el gobierno, destituyendo a quien ejerce el poder a través del voto de los ciudadanos que depositaron su confianza en la figura pública que los representa, al verse afectada la sociedad por el abuso del poder o por incumplir con las actividades para el cual fue elegido.
En relación a la participación ciudadana Zazueta, menciona que las prácticas de gobierno se deben de democratizar y con ello se revertiría la apatía que se registra en las urnas y la irritación que desencadena el actuar del gobierno. (2003:113) Por su parte, Merino refiere que la responsabilidad, la solidaridad y la tolerancia son virtudes que los miembros de una sociedad, que busca la justicia, deben practicar de manera conjunta para estimular la participación ciudadana en la democracia. (2013:55 y 55) Aristóteles por el contrario, sostiene que los demagogos someten los negocios del Estado al pueblo, para sacar provecho de ellos gracias a la confianza que saben inspirarle, trayendo como consecuencia la destrucción de los poderes legales. (1995:167)
Resulta necesario señalar que para someter distintos temas a consulta ciudadana, se requiere un pueblo educado, que no tome decisiones equivocadas que pueda afectar el desarrollo de una sociedad, Aristóteles (1995.167) señalaba: “…el Estado donde todo se resuelve de plano mediante decretos populares no es, a decir verdad, una democracia, puesto que tales decretos no pueden nunca dictar resoluciones de carácter general legislativo.”
La democracia representativa desafortunadamente está perdiendo su esencia, debido a los virulentos manejos internos de los partidos políticos y los malosgobiernos, es por ello que la sociedad civil no se ve representada por las personas que han elegido para ocupar algún puesto de elección popular, y como consecuencia buscan otros mecanismos de participación en la vida pública del gobierno.
El 14 de marzo de 2019, la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión aprobó en lo general y en lo particular el dictamen de la Comisión de Puntos Constitucionales con proyecto de decreto que reforma y adiciona los artículos 35, 36, 41, 73, 81, 83, 99, 116 y 122 de la Constitución Política de los Estado Unidos Mexicanos, en materia de consulta popular y revocación de mandato.
Dicha reforma busca incorporar a la ConstituciónPolítica de los Estados Unidos Mexicanos la revocación de mandato, procedimiento mediante el cual los ciudadanos pueden sustituir, por medio de votación, a un funcionario público antes de que termine el periodo para el cual fue elegido.
El instrumento, avalado por 329 votos a favor, 153 en contra y 2 abstenciones, y enviado al Senado de la República para sus efectos constitucionales, establece el procedimiento de revocación de mandato del Presidente de la República, Gobernadores y Jefe de Gobierno de la Ciudad de México.
Dicho dictamen sostiene que no serán temas de consulta popular la restricción de los derechos humanos reconocidos en los tratados internacionales de los que México sea parte, ni las garantías para su protección; las bases y las tasas impositivas, los montos del financiamiento público y el Presupuesto de Egresos de la Federación.
La revocación del mandato del Presidente de la República se sujetará a lo siguiente:
- Será convocada por el Congreso de la Unión a petición del Presidente de la República y el equivalente al treinta y tres por ciento de los integrantes de cualquiera de las Cámaras del Congreso de la Unión.
- Podrá ser convocada por los ciudadanos en un número equivalente, al menos, al tres por ciento de los inscritos en la lista nominal de electores, en los términos que determine la ley, dicha solicitud deberá ser aprobada por la mayoría de cada Cámara del Congreso de la Unión.
Este proceso se solicitará durante el primer periodo ordinario del segundo año de la Legislatura; la votación se realizará el mismo día de la jornada electoral federal en la que se elijan a diputados federales. La revocación de mandato será vinculante, siempre que concurra a votar al menos el cuarenta por ciento de los inscritos en la lista nominal de electores.
Al aprobar esta figura la Cámara de Senadores en los mismos términos en que fue enviada por la Cámara de Diputados, a la postre traería consecuencias perjudícales para la democracia mexicana, por lo que sería necesario hacer un análisis para replantear la fecha en que se lleve a cabo dicho ejercicio revocatorio y respecto a quien puede solicitar se someta a consulta la revocación de mandato del Presidente de la República.
El Presidente de la República y los gobernadores de los estados del país son electos por un periodo de seis años, tiempo más que razonable que les permite desarrollar y aplicar sus políticas públicas proyectadas de una manera eficiente; y si no cumplen con los intereses de los ciudadanos en el siguiente periodo de elecciones se busca otra ideología política, permitiendo con ello la transición de los diferentes partidos políticos en el ejercicio del poder como ha sucedido en las dos última décadas.
La figura de revocación de mandato resulta novedosa para el sistema electoral mexicano, ya que nos permitirá a los ciudadanos, poder solicitar el término de mandato del Presidente de la República, gobernadores y Jefe de Gobierno de la Ciudad de México cuando éstos no cumplan las funciones para los cuales fueron electos.
Al aprobarse la figura de revocación de mandato los partidos políticos opositores, los empresarios o el crimen organizado que no concuerden con el gobierno en turno tratarán de desestabilizar el país con la finalidad de revocar al gobernante a la mitad del periodo de gobierno originando con ello problemas económicos, políticos y sociales.
Por otra parte el proyecto morenista encabezado por el actual Presidente de los Estados Unidos MexicanosAndrés Manuel López Obrador, busca perpetuarse en el poder a través de la creación e incorporación a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de esta figura ya que ha manifestado en reiteradas ocasiones en sus conferencias mañaneras que va a poner bajo consulta ciudadana su revocación de mandato a mitad de su gobierno.
Lo que trae como consecuencia que en la elección intermedia donde se elegirá a los integrantes de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, él mismo someta a consulta ciudadana si continúa como presidente o no, lo que resulta innecesario ya que actualmente tiene un nivel de aceptación de 61.5 % a unos días de cumplirse un año de su elección como presidente de acuerdo a una encuesta publicada en el periódico el Economista.
Lo que podríamos suponer que el único objetivo del mandatario de realizar este ejercicio es aparecer en las boletas electorales y así seguir alimentando su ego y ayudarle a sus candidatos a posicionarse en la Cámara Baja para seguir teniendo mayoría en el Congreso. Aunque estaría vulnerando el Estado de derecho, por lo que en todo caso debe de replantear su política a efecto de no afectar al pueblo que lo eligió para gobernar como lo señala Giovanni Sartori (2016:177) “los políticos son populares en tiempos heroicos, pero pocas veces lo son en los tiempos rutinarios, cuando la política de la democracia se convierte en un confuso y ordinario esfuerzo diario.”
Por lo tanto, no debe en ningún momento el gobierno en turno activar la consulta de revocación de mandato para beneficio propio o de su partido que lo llevó al poder, por consiguiente la Cámara de Senadores debe replantear eliminar el derecho al Presidente de México en turno de solicitar se someta a consulta ciudadana la revocación de su mandato. Dejando esta prerrogativa únicamente a los ciudadano y al Congreso de la Unión.
Lo más conveniente para la democracia mexicana sería someter la consulta de revocación de mandato al año siguiente de la elección intermedia, evitando con esto prácticas antidemocráticas en beneficio del gobierno.