Más que un inconveniente estético, las varices son un problema de salud que, si no es atendido correctamente, puede conducir a complicaciones riesgosas para el organismo, advierte especialista del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Una vena varicosa, dijo el doctor Francisco Israel Trejo Sánchez, médico cirujano adscrito a la Unidad de Medicina Familiar (UMF) número 41, es la dilatación anormal y permanente de una vena, que se forma cuando sus válvulas no cierran bien, por lo que la sangre comienza a acumularse haciendo que se inflame, deforme y pierda fuerza.
Destacó que sus principales manifestaciones son: sensación de piernas cansadas o pesadas, sobre todo por la tarde-noche; inflamación, dolor, calambres y comezón.
Las várices aparecen como venas muy finas de color rojo o violeta en las extremidades inferiores, con apariencia de telaraña, que por falta de atención adecuada se tornarán gruesas y con esa coloración azul-verdosa que las caracteriza, apuntó el doctor Trejo Sánchez.
Se les clasifica en superficiales, medias y profundas. El 80 por ciento de ellas corresponden al tipo superficial; el 20 por ciento restante son las que presentan las complicaciones más graves, como la trombosis, formación de un coágulo que tapa el conducto sanguíneo, mismo que se puede desprender y viajar a cualquier parte del cuerpo.
Es importante subrayar, explicó el doctor Trejo Sánchez, que aproximadamente 80 por ciento de los infartos de cerebro y corazón se derivan de trombos que viajan por la circulación sistémica.
Los factores que pueden determinar su aparición son: sobrepeso u obesidad; diabetes, sedentarismo; permanecer de pie o sentado durante periodos prolongados. También influye usar ropa muy ajustada, la dieta, el tabaquismo y el embarazo, ya que el peso del bebé aumenta la presión en las piernas.
Las varices, continuó el médico del IMSS, pueden afectar en cualquier edad, aunque son más frecuentes a partir de la cuarta década de vida. No distinguen sexo, pero su manifestación es mayor en la mujer que en el hombre, en relación 4 a 1 por motivos hormonales (la producción de estrógenos).
Estudios estadísticos indican que del 40 al 50 por ciento de los mexicanos tiene algún problema de várices, y de esta cifra, 80 por ciento son mujeres. En el IMSS se reciben más de 230 mil casos de varices complicadas al año.
Si hay várices, subrayó el doctor Trejo Sánchez, aunque sean esas pequeñas venitas indoloras, no espere a que el problema se vuelva insoportable. Lo ideal es adoptar medidas de prevención. Se necesita captar al paciente cuando apenas empieza el problema para aplicar con oportunidad medidas higiénico-dietéticas.
Abandonar el sedentarismo será el primer paso, con rutinas de ejercicio diario que pueden realizarse en casa u oficina. Se sugiere la caminata diaria, al menos 20 minutos y con paso firme y continuo. Habrá que realizar cambios en la dieta, evitar el consumo de sal y dejar de fumar, en caso de tener el hábito.
Asimismo, se deben usar medias de compresión que ayudan a evitar que la sangre se vaya hacia las venas más pequeñas y cercanas a la piel.
En el Instituto Mexicano del Seguro Social, a los derechohabientes con este padecimiento se les invita a participar en los grupos SODHI (Sobrepeso, Obesidad, Diabetes e Hipertensión). Se trata de grupos de autoayuda con un excelente resultado no sólo en el aspecto médico, también en lo social y psicológico.
El tratamiento de las varices incluye analgésicos, antiinflamatorios y diuréticos (para eliminar la hinchazón). En casos extremos se recurre a métodos más radicales, como extirpar las venas afectadas mediante la cirugía o desecarlas mediante la escleroterapia.