Zacatecas, Zac.- Escondido entre fachadas de casas con marcos de cantera y herrería, donde el aire corre entre inclinadas calles de adoquín del centro histórico de Zacatecas, se ubica el primer jardín de niños que se edificó en esta capital.
Por su nombre y sus resultados en la práctica educativa, esta institución escolar mantiene vigente el recuerdo del valioso legado que dejó Francisco García Salinas al campo de la educación en Zacatecas.
En este ciclo escolar, la escuela de nivel preescolar Blasa Salinas de García, que toma el nombre de la progenitora del ilustre zacatecano (quien también fuera Ministro de Hacienda y Senador en la primera mitad del siglo XIX) ha diseñado un aula para propiciar el aprendizaje a través del estímulo de los sentidos.
La población escolar que atiende este plantel tiene una oportunidad de formarse bajo una diferente modalidad de aprendizaje, misma que es coordinada por docentes que tienen una formación profesional en postgrado.
Educación con pasado valioso
Con porte fijo y elegante, muy propio de su generación del siglo 19, en un cuadrante de la sala de usos múltiples del jardín de niños Blasa Salinas de García se encuentra un testigo fiel del crecimiento y consolidación que ha tenido esta escuela.
Se trata de un piano vertical Rosenkranz color café oscuro, fabricado en Alemania y vendido por la Casa de Música Wagner y Levien (fundada en la Ciudad de México en 1851), que mantiene bien conservado su teclado de marfil y los tres pedales, así como dos bases garigoleadas de candelabro en el frente de la caja, las cuales evidencian que fue fabricado antes de que la energía eléctrica estuviera al servicio de la población.
Llegó a la escuela producto de una donación y desde entonces ha sido un aliciente para que las maestras y maestros que han formado parte de esta institución, motiven a niñas y niños a desarrollar sus habilidades en el canto y la música.
El plantel inició actividades hace 84 años, en marzo de 1933, como hogar infantil, en periodo del Gobierno del General de División Matías Ramos Santos. Tuvo como primera sede un edificio en la calle Allende, posteriormente se trasladó a un inmueble de la plazuela Miguel Auza y desde junio de 1976 logró su asentamiento definitivo en la calle Del Bosque, colonia Centro, donde es vecino del Teleférico y la Mina El Edén.
Otra de las reliquias que destacan en el jardín de niños Blasa Salinas de García es su archivo histórico escolar, cuyo documento más antiguo se trata de un programa escrito en letra de carta, con tinta azul, de actividades finales para evaluar el fin de cursos de los alumnos de primer grado de preescolar, misma que se realizó el 4 de noviembre de 1936.
Esta reliquia de la historia de la educación de Zacatecas está integrado por libretas de encuadernado de diferentes tamaños, planes de estudios de diversos años establecidos por la Secretaría de Educación Pública, anuarios escolares, planeaciones de clase, listas de registro del personal y de asistencia del alumnado.
También destaca un volante impreso en Talleres Linotipográficos Enrique García, de Zacatecas, en el cual se anuncia que el viernes 20 de mayo de 1938, a las 20:30 horas, se realizó en el Gran Teatro Ilusión el «Grandioso Festival Pro-Pago de la Deuda Petrolera», organizado por personal docente del Hogar Infantil ‘Blasa Salinas de García’.
Compromiso con la educación
Es una mañana soleada. Kevin camina sobre uno de los pasillos mientras saborea una concha de vainilla, se dirige hacia una de las zonas de juegos del plantel. Ahí lo esperan su amigo Héctor, en la cima de la resbaladilla, y su compañera Alizeth, quien se divierte al colocar su pecho en el asiento de un columpio y con las piernas avanzar en círculos para enredar las cadenas que lo sostienen.
Ellos son parte de los 62 alumnos y alumnas que estudian en el presente ciclo escolar en este jardín de niños, mismos que son atendidos por una generación de educadoras que se caracteriza por el compromiso laboral, la innovación pedagógica y la continua superación profesional.
Las maestras Sandra Lizbeth, María Guadalupe, Clara Herlinda y María Monserrat, así como Josefina, la Directora, tienen grado de Maestría con diferentes especialidades en la intervención educativa, incluso alguna de ellas estudia el Doctorado.
Adicional a los contenidos establecidos por el programa de estudios de nivel preescolar, las educadoras enseñan alfabetización digital a través del centro de cómputo del plantel y lengua extranjera con una pedagogía simplificadora, herramientas para una mejor formación de vida.
La comunicación con madres y padres de familia se ha vuelto más eficaz gracias a un método implementado por las maestras de este plantel, el cual consiste en colocar, día con día en el ventanal de cada aula, una cartulina con un mensaje diferente con respecto a las actividades programadas para el día siguiente para niños y niñas.
Adicionalmente en esta escuela se mantiene una vinculación permanente con bibliotecas públicas, instituciones del sector salud y gubernamental, mismas que enriquecen, complementan e impulsan una mejor formación escolar de los alumnos y alumnas.
Sala senso-motriz
La belleza de la vista panorámica que se aprecia desde este lugar, en la que se reúnen en un sólo escenario los edificios más representativos de la capital del estado, alberga una aula didáctica que es la primera en establecerse en el sistema educativo estatal.
Se trata de una sala Snoezelen, conocida también como ‘ambiente multisensorial controlado’, misma que fue desarrollada en Países Bajos, en la década de los setentas del siglo anterior, con la finalidad de ofrecer estímulos a diversos sentidos, a través de efectos de iluminación, color, sonidos, música, olores, tacto.
En sus inicios era enfocada para personas con autismo, lesión cerebral o con alguna discapacidad del desarrollo, sin embargo el jardín de niños Blasa Salinas de García la utiliza para favorecer las condiciones del aprendizaje escolar.
El aula se llama ‘Sala Sensorio Motriz’ y está integrada por siete módulos: estimulación del olfato, estimulación del tacto, cortinas de colores, cilindros de vibración, equilibrio a través de la hamaca, cubo de los sentidos y el arenero.
Cada uno tiene una función específica misma que favorece el desarrollo de capacidades y habilidades en alumnas y alumnos de nivel preescolar… Los materiales e instrumental de la que está integrada esta aula, se desprenden de contribuciones y aportaciones de los mismos docentes de este plantel.
Para ingresar a la Sala Sensorio Motriz se solicita que los participantes porten ropa blanca, color asociado en la cromoterapia a la receptividad de energía positiva.
El ambiente es un tanto oscuro, lo que provoca una mejor apreciación de luces de colores desprendidas de diferentes objetos. Para amenizar hay música de sonidos de la naturaleza que sale de una bocina. Según la terapia a trabajar, el ambiente se impregna de incienso.
La educadora Clara Herlinda Ibarra Álvarez, quien impulsó la creación de este proyecto educativo, asegura que esta Sala Sensorio Motriz ha ayudado a los alumnos y alumnas de primero de preescolar, grupo el que ella atiende, a desapegarse de su mamá de forma menos dolorosa, con más confianza y sentido de independencia en sí mismos.