Por Norma Loto
Nueva York, marzo 2015, (SEMlac).- Aunque con un sol no muy decidido a quedarse, las calles de Manhattan brillaban, a pesar de su paisaje aún enmarcado por el frío. Sucede que este 8 de marzo Nueva York fue escenario de la fervorosa proclama de las mujeres que piden por un Planeta 50 y 50, en igualdad para las mujeres.
Ellas llegaron de todo el mundo y cada rostro significaba algo distinto, pero todas conjugaban en la misma necesidad: más derechos y más igualdad. A lo largo de decenas de cuadras caminaron centenares de mujeres activistas, funcionarias.
La marcha estuvo organizada por ONU Mujeres bajo el lema “Por un planeta 50- 50 en 2030” que busca alcanzar la igualdad de género en 15 años. La caminata inició en cercanías de la sede de Naciones Unidas y finalizó en Times Square. “We want equality, we want now!”-Queremos igualdad, la queremos ahora, fue el pedido más escuchado a los largo del trayecto.
Pancartas y carteles representaban las luchas de las activistas: “¡Con vida los queremos!” por 43 normalistas de México y la emoción las delataba al acercar la cámara: “¡Nos faltan 43!”, repetían. “Step up for women’s rights”, el lema de la Campaña Demos el paso por los derechos de las mujeres o coreaban “Sexism in media: stop it now!”- Sexismo en los medios, ¡alto ya!, o pidiendo derecho al aborto en Brasil.
En cualquier país del mundo “ocupar las calles”, es una acción política para la lucha de las mujeres. Hasta no hace mucho tiempo, las mujeres solo fueron sujetos integrantes de la vida privada. Y esta vez, las mujeres del mundo, de todos los continentes llenaron las calles de Manhattan con reclamos por los derechos de las mujeres. El matiz singular fue la importante concurrencia de varones y familias enteras que marchaban o de transeúntes y trabajadores que salieron a aplaudir a las manifestantes.
Han pasado 20 años desde la IV Conferencia Internacional sobre la Mujer, que tuvo como objetivo comprometer a los gobiernos a luchar en favor de la igualdad entre varones y mujeres. Poco es lo que se consiguió.
Según el nuevo informe de Phumzile Mlambo-Ngcuka, directora ejecutiva de ONU Mujeres: “si los países hubieran cumplido todas esas promesas, hoy estaríamos observando muchísimos más avances en materia de igualdad que las pequeñas conquistas que estamos celebrando en algunas áreas. Estaríamos hablando de igualdad para las mujeres en todos los ámbitos y podríamos estar hablando de un mundo más sano, con una prosperidad más uniforme y sosteniblemente más pacífico”.
Por un lado, los datos de diversos informes arrojan que los países redujeron la brecha de género en educación, se logró disminuir los índices de mortalidad y morbilidad materna. Creció el número de mujeres que sobrevive al embarazo y al parto con respecto a una década atrás. También muchas naciones crearon instituciones dedicadas a enfrentar la desigualdad de género y otros tantos aprobaron leyes contra la discriminación de género y se tipificó la violencia de género.
Sin embargo, según ONU Mujeres, la ejecución de políticas eficientes fue irregular en el mundo: “la asignación de los recursos necesarios para la implementación eficaz fue insuficiente para dotar de fondos a los ministerios de la mujer, a las comisiones de género, a los coordinadores de cuestiones de género y para la elaboración de presupuestos sensibles al género” Y esto se ve reflejado principalmente en países de menos desarrollo, como lo ilustró la directora de ONU Mujeres al referirse a África, donde el 70% de la producción agrícola depende de las mujeres: “sin embargo, todavía poseen apenas el 2 por ciento de la tierra (…) la violencia contra las mujeres continúa asolando vidas en todos los países del mundo. Y ningún país ha alcanzado la igualdad de género”.
Este 8 de marzo fue de “furia y es muy impresionante no sabernos solas, estamos acá reclamando nuestros derechos: igualdad para las niñas, para las mujeres. En esta revolución tienen que están comprometidos los hombres, sino nunca alcanzaremos la igualdad”, refirió a SEMlac una joven activista colombiana.
Sin dudas que sin la participación de los hombres nada será posible y quizás como una muestra de compromiso uno de los últimos gritos de proclamas que se escuchó fue: “He for She!”-Él por ella.