Por el Mtro. ALFREDO ARNOLD, Académico de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG) y analista deportivo
Cuando un Mundial arroja sus primeros resultados, los cálculos y posibilidades de los equipos comienzan a reformularse. Tal es el caso del primer partido del Grupo “C”, donde el sorpresivo triunfo de Arabia Saudita sobre Argentina (2-1) afecta las previsiones de México, que empató sin goles con Polonia.
El primer partido nos trae reminiscencias del Mundial de 1966: el grupo de México lo completaban Inglaterra, Uruguay y Francia. Se daba por descontado que los anfitriones ingleses ganarían sus tres encuentros, por lo que en la lógica del técnico mexicano Nacho Trelles estaba empatar con el anfitrión y ganar por lo menos uno de los partidos restantes (en ese tiempo, los triunfos contaban 2 puntos). Pero Uruguay dio la campanada al empatar 0-0 con Inglaterra en el primer partido, lo cual obligaba a México a ganar uno y empatar los dos restantes. Empatamos 1-1 con Francia, así que había que empatar también con Inglaterra. Trelles inventó una formación ultradefensiva para ese partido: el portero, nueve defensas y un delantero, pero aun así los ingleses nos ganaron 2-0. Quedaba una esperanza, ganar a los charrúas con dos goles de diferencia; sólo se logró empatar 0-0 en un gran partido que quedó para la historia al participar por primera vez un jugador en cinco Copas Mundiales, ese fue Antonio Carbajal. México quedó en tercer lugar del grupo con dos puntos y los que avanzaron fueron Inglaterra y Uruguay.
Ahora en Qatar ha pasado algo similar. Ya dábamos por hecho que Argentina ganaría invicto el grupo y México buscaría imponerse a Polonia y Arabia Saudita para avanzar como segundo lugar. Las cosas se complicaron ya que la hoja de ruta nos pide ahora por lo menos empatar con Argentina y luego ganar a los sauditas.
Pero todo sigue siendo especulación, hay que esperar el partido del sábado frente a los campeones de Sudamérica. Por lo pronto, bien por el equipo de Arabia Saudita que, después de la derrota de los qataríes, ha venido a alimentar las ilusiones de los aficionados del mundo árabe.