Por Salvador del Hoyo B.
Zacatecas, Zac.- La carestía está cada vez peor. Los mexicanos ya no alcanzamos a comprar lo más indispensable, con los salarios que percibimos. No ganamos lo suficiente.
Hoy, como nunca, comprar la despensa para los hogares es mucho más cara que antes. El poder adquisitivo ha perdido más del 20 por ciento.
Hay varios estudios que señalan una disminución considerable en la posibilidad de adquirir los productos de la canasta básica, a precios considerables.
El precio del pan se ha incrementado tres veces en lo que llevamos en el 2022. El precio del kilo de tortilla está en 20 pesos o más. Los ciudadanos que perciben el salario mínimo no ajustan para lo más indispensable. Y el precio de gas, no se diga.
Cada vez que vamos al súper o al tianguis, encontramos los productos más caros. Los ciudadanos se quejan de que, ahora, llenar el carrito en los centros comerciales, ha disminuido hasta un 30 por ciento menos.
Pese a los anuncios del gobierno federal de que, en coordinación con las grandes empresas, disminuirán los costos, no ha funcionado. La inflación (real) supera mucho más de lo que anuncian las autoridades.
Hasta dónde iremos a llegar? No lo sabemos. La verdad es que los pobres siguen aumentando en nuestro territorio nacional. Regalar dinero, en lugar de fomentar más empleos, no ayuda mucho.
Lo realmente importante es que se generen más empleos, con sus respectivas prestaciones. Los mexicanos sufrimos como nunca la situación económica. Eso de no alcanzar a comprar lo más básico para mantener a nuestras familias incide, incluso, en la delincuencia. El gobierno federal debe aplicarse mucho más.