Por Josefina Casas Fernández / Fotos: Misael Camarillo / MIRADOR
Zacatecas, Zac.- Los ex perredistas zacatecanos Luis Medina Lizalde y Raymundo Cárdenas Hernández aseguraron que la creación del proyecto político Futuro 21 está condenada al fracaso, por la diversidad de ideologías, es, dijeron, solamente un medio para buscar un beneficio personal.
Entrevistados por separado, aseguraron que no tienen representatividad y mucho menos, lograrán la simpatía de la ciudadanía.
Luis Medina Lizalde, ex diputado federal y fundador tanto del Partido de la Revolución Democrática (PRD), como del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en Zacatecas, opinó sobre el tema que “el desenlace va a ser el debilitamiento de los tres partidos que gobernaron aliados en el pasado de México PRI, PAN y PRD, quienes se unieron y coincidieron en el Pacto por México, en un conjunto de acuerdos básicos y que el pueblo al final repudió».
El también ex diputado local por Morena, negó que las causas de las minorías marginadas puedan ser debidamente representadas por este grupo de personas, “yo creo que ahí no tienen ninguna posibilidad de que los representen con autenticidad, pues solo buscan su beneficio personal”.
Ante este panorama político, Medina Lizalde afirmó que a Morena no le preocupa este tipo de alianzas “porque ellos lo que ponen en evidencia, es que son capaces de juntarse con sus peores adversarios ideológicos, con tal de sobrevivir en la política”.
Por lo tanto, expresó que es una iniciativa condenada al fracaso. “Creo que la falta de congruencia que está exhibiendo al reunirse gente de procedencia tan opuesta, tan contradictoria, va a ser un elemento que va a impedir que tengan simpatía del electorado mexicano, que quiere tener opciones claras, yo creo que eso no debe preocuparnos, además de que ya están saltando inconformidades”.
Particularmente, indicó Medina Lizalde, en el PRD la salida de Alejandra Barrales y Juan Zepeda, serían las figuras electorales que pierde el PRD. “Son medidas de gente que no halla su lugar en el México democrático que se está construyendo, ellos ya no encuentran lugar, se han bajado del macho y no hallan cómo volver a subirse”.
Por su parte, Raymundo Cárdenas Hernández, ex senador del PRD, refirió que México requiere un sistema de partidos que contengan sobre todo, pluralidad política, que es algo que la sociedad mexicana ha generado.
Señaló que en el país hay una gran diversidad social y territorial. “La gente de Yucatán, no es igual a la de Baja California y los chiapanecos son muy distintos de nosotros, los que vivimos en el centro del país, eso significa que no es sencillo representar al pueblo de México con 500 diputados, para eso se requiere una diversidad de partidos que puedan representar fielmente a grupos como los pueblos indígenas por ejemplo”.
El problema de esto, dijo Cárdenas Hernández, es que la unión de partidos con personas que piensan muy distinto, camina en un sentido contrario, porque se unen para contender contra Morena, pero en esa unión de todos, apoyan la idea de que el sistema político debe tener dos o tres fórmulas nada más, dejando de lado a los partidos “chiquitos”, a quienes consideran que no deben de expresarse, sino de juntarse con otro, aunque piensen distinto y tengan intereses diferentes.
Expresó que ve mal ese tipo de asociaciones “porque no se hacen en función de proyectos coincidentes ni de intereses coincidentes, solo se juntan para hacerle contrapeso a Morena, pero sin decirlo, están empujando al sistema a que excluya a las minorías”.
Raymundo Cárdenas, quien en 2010 dejó las filas del PRD, refirió, que “me gustaría que el zapatismo tuviera unos diputados y que en lugar de estar allá, alejados de toda la posibilidad de influir, pues de vez en cuando salgan para denunciar algo, pero es una fuerza que requiere una representación”.
Por eso, indicó que “si tenemos en el país 10 por ciento de pueblos indígenas y 130 millones de mexicanos vivimos aquí, consecuentemente el 10 por ciento de esos 130 o sea 13 millones de indígenas deberían ser parte de los 500 diputados, y si se les respetara su 10 por ciento, 50 diputados deberían ser indígenas”.
Ante esta realidad, afirmó finalmente que el movimiento político Futuro 21, “no va a crecer, no le va a dar confianza a la gente, no se requiere hacer nada especial, sólo esperar que las contradicciones ideológicas y políticas que ahí hay, se desarrollen. Sólo va a fracasar”.