Villa González Ortega, Zac.- “Algo que he observado y escuchado en mis recorridos por el estado es la constante queja de impunidad y de funcionarios corruptos, lo cual a mi como ciudadana y periodista es algo que me indigna”, señaló Mary Chávez, candidata a Senadora de la coalición Por México Al Frente (PAN, PRD y Movimiento Ciudadano).

Durante su recorrido por el sureste zacatecano, la candidata afirmó que la impunidad y la corrupción son cánceres que carcomen al sistema de impartición de justicia mexicano, y generan la percepción de mayor inseguridad en la población. La corrupción e impunidad lastiman a nuestro país y ofenden a la sociedad, se pierde la confianza en las instituciones y minan el Estado de derecho, lo que frena el crecimiento económico.

La corrupción y la impunidad son la antesala de la proliferación de las organizaciones criminarles. “Urgen acciones para recuperar la paz y tranquilidad de los y las mexicanas”, añadió la candidata.

Estas acciones requieren una visión de Estado, inteligencia y voluntad política, donde la sociedad organizada juegue un papel activo, como ejemplo eliminar el fueron para funcionarios públicos.

Aseguró que México requiere de una política de cero tolerancia a la corrupción; por ello, construir un sistema anticorrupción autónomo e independiente; reformar el sistema de procuración, administración de justicia, así como un mayor número de jueces por cada 100 mil habitantes, son acciones necesarias.

La aspirante al Senado refirió que otra medida anticorrupción es que la nueva Fiscalía General de la República sea autónoma, apartidista, capaz e independiente y, cuente con mejores herramientas y controles efectivos para desempeñar adecuadamente sus funciones.

Para finalizar, reiteró que la participación ciudadana juega un papel crucial al ser contrapesos en temas de transparencia, rendición de cuentas, abuso de poder e impunidad. Por ellos, entre sus propuestas se encuentran la obligación de presentar declaración patrimonial para todos los funcionarios públicos, e inhabilitar a los corruptos de por vida para ocupar un cargo público y de elección popular, es decir la muerte civil sin importar al nivel al que pertenezcan.