Un pasaporte para viajar a la ciencia

El Pasaporte al camino del conocimiento científico se realiza durante el primer semestre de cada año. Son doce conferencias-taller quincenales las que conforman el ciclo. Entre los resultados destaca su tasa de retorno de cerca del 80%; un niño que se inscribe en enero tiene una asistencia a las conferencias que va del 80% al 90%.  (Foto: cortesía Dra. Dalila Aldana.)

El Pasaporte al camino del conocimiento científico se realiza durante el primer semestre de cada año. Son doce conferencias-taller quincenales las que conforman el ciclo. Entre los resultados destaca su tasa de retorno de cerca del 80%; un niño que se inscribe en enero tiene una asistencia a las conferencias que va del 80% al 90%. (Foto: cortesía Dra. Dalila Aldana.)

Zacatecas, Zac.-Hace nueve años, con el objetivo de que la Sección Sur-Sureste de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) tuviera un programa que uniera a la comunidad académica en la región, surgió la idea de crear el Pasaporte al camino del conocimiento científico, que a la fecha ha atendido en promedio a 60 000 niños. 

El Pasaporte al camino del conocimiento científico es un programa de divulgación de la ciencia en el que cada sábado los niños en cinco de los estados que integran la Sección Sur-Sureste —Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Tabasco y Yucatán— asisten a una conferencia presencial o transmitida en vivo por Internet, impartida por un investigador que también realiza un taller.

El programa de divulgación inició con la idea de Dalila Aldana Aranda, investigadora de la Unidad Mérida del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional, durante su etapa como presidenta de la sección, de Esperanza Tuñón Pablos, del Instituto de Ecología (Inecol), y de Pablo Liedo Fernández, de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), y hasta esta edición del programa se han ofrecido cien conferencias y cien talleres. 

Estas actividades, explicó Aldana, coordinadora del programa, no solo están en cinco de los estados de la Sección Sur-Sureste de la AMC, también se ha incluido a Sinaloa, Baja California y Querétaro. En lo que se refiere a las instituciones pilares de este programa, destacan la AMC, Ecosur, con sus cinco sedes en el sureste que permite el enlace en la región de este programa, el Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY) y el Cinvestav; además, durante estos nueve años los Consejos de Ciencia y Tecnología han apoyado en la logística o con algunos recursos.

El Pasaporte se realiza durante el primer semestre de cada año, y son doce conferencias-taller quincenales las que conforman el ciclo de cada edición del programa. Entre los resultados destaca su tasa de retorno de cerca del 80%; es decir, un niño que se inscribe en enero tiene una asistencia a las conferencias que va del 80% al 90%. “Los niños se inscriben y regresan, en todas las sedes tenemos niños que llegaron a los cinco años y que mientras cursaron la primaria asistieron a este programa”. 

Las personas que forman parte de la organización del Pasaporte se han formado como divulgadores de la ciencia a través de estos años. De acuerdo con la doctora Dalila Aldana son cerca de cien personas, entre académicos y estudiantes de posgrado, que reproducen los talleres planteados por cada ponente, ya sea en la sede o a distancia a través de internet.

Para llevar a cabo el programa es necesario un sistema de video conferencia multi-nodal y un equipo de guías en cada una de las sedes, los cuales son los encargados de seguir la actividad del conferencista.

El programa Pasaporte al camino del conocimiento científico cuenta en cada sede con al menos tres personas que funcionan como guías en cada sesión.

Durante nueve años el programa también se ha convertido en una oportunidad para que los profesores de educación básica —preescolar, primaria y secundaria— se capaciten en talleres de la ciencia, “tenemos docentes que se han integrado de manera voluntaria y sería una buena idea crear un programa para que además de capacitar a los maestros en este tipo de talleres podamos certificarlos”.

“A través de Pasaporte hemos creado una red de divulgadores comprometidos, ya que para reproducir los talleres que acompañan cada conferencia y atender a los niños una vez cada quince días, invertimos de seis a ocho horas. Así, cada sede utiliza la logística operativa y financiera de la institución en la que se realizan las conferencias-taller, lo que hace que este sea un programa de alianzas, de instituciones y de personas interesadas en llevar estas actividades a la sociedad”. 

Aunque el principal objetivo del programa fue acercar a los niños –de entre seis y catorce años– a la ciencia, los adultos también se han integrado al programa. Y para poder tener un seguimiento de los niños que asisten a las conferencias-taller, está el pasaporte de cuatro hojas, en el que se ponen dos sellos por cada sesión y que está diseñado para que quede lleno con el 80% de participación; un niño que asiste a todas las conferencias tendrá sellos extras. “Este pasaporte nos permite saber la edad de los niños, si van a una escuela pública o privada y si regresan al programa”, dijo Aldana Aranda, cuyo trabajo fuera de la divulgación se centra en la reproducción y nutrición de moluscos marinos para su cultivo y manejo pesquero.

Este sábado 11 de marzo la doctora Ligia Pérez Cruz, del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), presentará en Mérida, Yucatán, la conferencia “El cráter de Chicxulub y la extinción de los dinosaurios”, además ofrecerá un taller en el que tendrá interacción con el público presencial y con el virtual —los asistentes que sigan la conferencia-taller en otras sedes vía internet—.

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