Zacatecas, Zac.-No hay fecha que no se llegue ni plazo que no se cumpla, y será en septiembre cuando los 58 Ayuntamientos del Estado de Zacatecas procedan a los relevos de sus presidentes municipales y cabildos.
Llega una nueva era en la Administración Pública Municipal, pero antes de ello, se deberá de trabajar en el proceso de la entrega recepción.
Estos relevos se comienzan a preparar con mucha anticipación, elaborando las reglas y métodos para llevar a cabo la entrega de las administraciones, también elaborando programas internos comenzando por la conformación de lo que sería la comisión de entrega recepción. El objetivo principal de este proceso es el de encauzar las actividades hacía la transición, para que ésta se lleve a cabo de manera cordial y sobre todo, que los asuntos en curso no se retrasen debido a los cambios en el gobierno municipal, la Ley Orgánica del Municipio del Estado de Zacatecas establece que el Ayuntamiento saliente dará posesión de las oficinas y fondos municipales, mediante el procedimiento que señalen las bases para la entrega-recepción de las administraciones municipales estipuladas por la Auditoria Superior del Estado.
Los órganos de control a nivel federal, las contralorías estatales y municipales, juegan un relevante papel en la vigilancia, implementación y funcionamiento del ejercicio del gasto público y en el desempeño de los servidores públicos, así como en los procesos de entrega recepción.
Es también responsabilidad de las contralorías municipales que todo camine conforme a la normatividad, y lo que no, que haya sido observado en su momento, de lo contrario se vuelven responsables de las situaciones.
Pero más allá de que existan las instituciones fiscalizadoras que normen estos procesos, los propios presidentes municipales salientes deben ya tener avanzada su entrega recepción, mínimamente comenzando el año de la sucesión, pues así tendrían 8 meses para ello, y digo mínimamente porque lo ideal es trabajar al día para ello, ¿Cómo lograrlo? Teniendo debidamente ordenada y clasificada la información pública, y ello lógicamente se traduce en una administración eficaz, sin pendientes para que se encuentre todo en orden.
La Administración Pública implica organizar los recursos humanos, materiales, informáticos y financieros para aplicar y poner en práctica las políticas públicas, logrando por medio de acciones transformadoras, satisfacer las demandas sociales a través de la producción de bienes, servicios, regulaciones y actos administrativos.
En el ánimo de los servidores públicos municipales, tanto en mandos medios, auxiliares administrativos y técnicos, comienza a sentirse intranquilidad ante los cambios de Presidente Municipal, ya que como es lógico habrá modificaciones en las políticas que se ha venido trabajando, por lo que la incertidumbre sobre la conservación del empleo es extensiva.
Ello deriva en efectos negativos al interior de la administración pública municipal, pues según estudios, ello ocurre cuando ésta se encuentra ligada a la política. Desde finales del siglo XVIII ya se pensaba en el rompimiento de ambas esferas, pues ya en funciones, la política mezclada con la administración pública pierde la esencia de sus atribuciones y normas.
A lo largo de muchas décadas se ha trabajado en el desprendimiento de la política y la administración, tratando de que las dependencias y entidades que conforman el Gobierno sean eficaces, acercándolo a la ideología de la administración privada, de ahí el surgimiento apenas hace cerca de veinte años de la nueva gerencia pública donde existen presupuestos por programas, certificaciones de ISO en procesos y tramites de áreas gubernamentales.
No cabe duda que este proceso es parte del sistema político y administrativo en todo el País, más allá de que se encuentre normado y fundamentado en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, Leyes, Decretos y toda la normatividad aplicable, es un acto democrático de rendición de cuentas, los plazos terminan, las instituciones siguen y lo ideal es darle continuidad a proyectos de beneficio social que estén pendientes de su conclusión o estipulados en el programa de trabajo y en el propio presupuesto de egresos, pues existen varios programas de recursos federales que se radican a los municipios a inicio de año, otros en el primer trimestre y otros tantos apenas en estas fechas debido a la veda electoral, pero quien llegue debe de dar continuidad para bien de la sociedad en su conjunto, pues hemos visto como se llevan sus primeros 100 días en estar discutiendo y mediáticamente acusando al que se fue, mas aun cuando existe alternancia política.
Pero a la gente no le interesa de qué color es su banqueta, su camino, su drenaje, es lo de menos, el caso hacer las obras.
Los cambios son inevitables, sin embargo los proyectos deben ir más allá de los cambios municipales, ahora es más corto este periodo, son dos años para ejercer los recursos y la administración del municipio, precisamente lo que ha mermado los resultados de cientos de políticas públicas ha sido su falta de continuidad, por ello se habla de un balance al término de las administraciones donde sea posible identificar aquello que esté funcionando y continuarlo e incluso, reforzarlo en sus áreas de oportunidad.
Todos los espacios públicos tienen término, son procesos cíclicos que así deben entenderse por los distintos actores que participan, pero eso no implica dejar de participar como ciudadano en el desarrollo y bienestar de nuestro país.
Esperemos que ya pasada la contienda electoral, lo prioritario sea la continuidad de proyectos y que exista una entrega recepción sana y que le de las condiciones a quien llega para continuar con la labor y desarrollar los compromisos asumidos ante sus ciudadanos.
Hoy ya no es tan fácil ocultar un mal manejo o daño al erario público, ya hay reformas constitucionales que trajeron consigo nuevos ordenamientos en materia de transparencia, armonización contable, deuda pública, fiscalización y rendición de cuentas más contundentes. El que la hizo la debe de pagar pero siguiendo su curso el trabajo municipal sin afectar a los ciudadanos.
