Habitantes de la avenida Insurgentes, en la capital del estado, vuelven a hacer público su malestar debido a que, señalaron siguen sin ser concluidas y con avances mínimos las obras en la vialidad, por lo que hicieron un llamado a las autoridades del ayuntamiento para que les sea condonado el impuesto predial del año que viene, ante la serie de inconvenientes padecidos durante nueve meses.
Además, informaron que, según la empresa, el ayuntamiento tiene pagos pendientes con la constructora, pero que se sigue laborando con recursos propios para evitar mayores incomodidades para los vecinos.
Emilio García Escobedo, residente de la zona, expuso que el municipio no ha cumplido del todo sus compromisos, ya que no se ha permitido a los comerciantes del lugar que lleven a cabo su trabajo. Aun así, se va a cobrar el padrón municipal de negocios, “y es lo que no queremos, por lo que nos solidarizamos ellos”.
Agregó que hay detalles particulares en cada casa, de manera que señaló la conveniencia de realizar un recorrido por toda la arteria vial. Por otro lado, dio a conocer que los vecinos de la avenida Morelos, paralela a la Insurgentes, no han recibido agua en dos meses, y cuando preguntan el motivo se les hace saber que es por los trabajos de la Insurgentes.
Reunidos ante diversos medios informativos locales, habitantes de ambas calles señalaron que a pesar de que se ha acudido en diversas ocasiones a Jiapaz para buscar una solución, sólo reciben por respuesta que se trata de las obras ya mencionadas, aunque se les ha estado surtiendo el líquido mediante el servicio de pipas. Según parece, “también hubo un problema con el sistema de La Joya”, señaló Fernanda Enciso Montoya.
Por su parte, Carlos Rivas, otro de los vecinos, puso en claro que “se le han expuesto a Carlos Peña muchas cuestiones que no escucha; ya quiere ser gobernador y no ha acabado la calle”. También solicitó el alumbrado público de manera urgente, pues hay espacios en la calle que están completamente a oscuras.
Las obras, agregaron los vecinos, serían terminadas el próximo día 30 de este mes, pero apenas reportan 70% de avance.
En su oportunidad, Josué Hernández, propietario del gimnasio que se ubica en la calle de referencia, sostuvo que algunos comerciantes recibieron el préstamo de 10 mil pesos ofrecido por el ayuntamiento, aunque aclaró que el recurso lo concedió la constructora y no el departamento de Desarrollo Económico del municipio.
“Hemos hablado con el responsable de la obra, y la razón que nos da del retraso es que el ayuntamiento no les ha pagado y que por eso la constructora está solventando la obra para concluir en la fecha acordada, pero que no ha recibido dinero de la presidencia. Sin embargo, no firmamos ningún contrato con la presidencia, sino con la constructora”,
explicó. Entre tanto, la entrega se ha pospuso en tres ocasiones, a saber, en los meses de mayo, agosto, y ahora en noviembre.
Finalmente, los vecinos del sitio consideraron la calle como insegura, pues resulta de peligro para las personas de la tercera edad, quienes intentan cruzar la calle entre escombro y materiales de construcción.