México, D.F.-En la búsqueda de aliados para cumplir el objetivo de fomentar la investigación científica en las nuevas generaciones del país, el Instituto Científico Pfizer decidió unirse y apoyar, desde hace 11 años, al exitoso programa de Verano de la Investigación de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), informó Juan Carlos Molina, director Instituto Científico Pfizer.
«Es indudable que nuestro país necesita fortalecer esta actividad, y qué mejor alternativa que generar en las nuevas generaciones el interés por la ciencia. Gracias a esta afortunada relación, cerca de 400 jóvenes mexicanos han vivido la experiencia de involucrarse con equipos de investigación biomédica en reconocidos centros del país, estamos seguros que de este grupo surgirán brillantes investigadores mexicanos», destacó Molina.
Durante un convivio organizado esta mañana, representantes de Pfizer y la AMC entregaron diplomas a 23 jóvenes becarios que este año recibieron el apoyo del Instituto, el cual desde 2004 brinda recursos económicos para estudiantes del área de biomédicas de todo el país para que se acerquen, conozcan y vivan de primera mano el quehacer científico.
Víctor Pérez Abreu, director del programa Verano de la Investigación de la AMC, agradeció la confianza y lealtad a esta exitosa iniciativa, que este año llegó a su edición número 25: «Nos da mucho gusto que el programa puede involucrar a ustedes, que vienen de universidades de Sonora, Sinaloa, Veracruz, Guadalajara, Tabasco, Tamaulipas, Ciudad Juárez, que en total suman esta vez 11 instituciones de educación superior, a lo mejor de los institutos de salud en el país y de Latinoamérica, que sin duda son un orgullo para los mexicanos».
El investigador en el área de matemáticas señaló que «el programa inició en 1991, en esa primera edición participaron 99 estudiantes, y después de 25 años, nos sentimos muy contentos de los 1705 jóvenes que asisten en el 2015, de los cuales 972 son mujeres y 733 hombres». En particular, informó que en el área de medicina y ciencias de la salud el programa tiene una participación de 533 universitarios, 333 mujeres y 200 hombres; y en medicina, 216, de los cuales 116 son mujeres y 100 hombres.
Pérez Abreu resaltó que el Verano de la Investigación Científica tiene como uno de sus objetivos impulsar a jóvenes universitarios para que emprendan una carrera como investigadores «por eso nos da mucho gusto que cada vez se incrementa el número de universitarios solicitantes de una estancia de investigación, lo que es muy importante para nosotros porque muestra el interés de nuestros estudiantes por el quehacer científico”.
Aprovechó para invitar a los presentes a la sede de la AMC el próximo 12 de agosto a la ceremonia de festejo del XXV Aniversario del Verano de la Investigación Científica, el cual será presidido por el presidente de la agrupación, el doctor Jaime Urrutia Fucugauchi.
Como parte del evento de hoy, los estudiantes mostraron sus carteles para dar a conocer la investigación en la que trabajan y la cual realizan con un investigador adscrito a una prestigiada institución de investigación.
Algunos de los temas que expusieron tienen que ver con temas como: melanoma, cáncer de ovario, síndrome de deficiencia de anticuerpos, cáncer cervicouterino, apnea, trastornos del sueño, síndromes cefalágicos, tensión arterial, entre otros.
Experiencias universitarias
Cristian Quiñones Capistrán, de la Universidad Veracruzana, apuntó, como parte de los discursos que los jóvenes ofrecieron para compartir sus experiencias, que este año fue la segunda vez que participó en el Verano de la Investigación Científica y que gracias a ello «mi visión ha cambiado. Ahora tengo más certezas de lo que quiero hacer y me he dado cuenta de lo importante que es colaborar con otras especialidades para hacer cosas que beneficien a los pacientes»
El segundo joven en compartir sus vivencias fue Luis Miranda García, de la Universidad de Guadalajara, quien dijo haber comprendido que no sólo está la parte clínica para ejercer, sino que hay otras ramas interesantes dentro de la medicina para hacerlo, como la neurobiología, especialidad que le atrae de manera especial por lo que su estancia en el programa ha sido de gran ayuda ya que pudo estar con neurocirujanos y escuchar sus experiencias y enseñanzas.
Mientras tanto, Martha Jiménez, estudiante de la Universidad de Sonora, comentó que fue asignada al Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias, para colaborar en la Clínica del Sueño, donde «hice un poco de todo y me gustó porque aprendí desde cuestiones de estadísticas, informes, investigación, hasta abrir expedientes, llenar bases datos, y también me involucraron en otras actividades del Instituto. Antes no sabía que existía una clínica de este tipo y estoy muy contenta porque ha resultado una gran experiencia”.