Los talleres de capacitación que permiten el aprendizaje de un oficio no tendrían un impacto real, si la ciudadanía, los niños, los jóvenes y las madres de familia que los reciben, no le dedican tiempo, esfuerzo y la atención para aprender, destacó el Alcalde Carlos Peña Badillo, al clausurar los cursos ofrecidos en la colonia Felipe Ángeles, por la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU).
Al clausurar los cursos de sexualidad, tae kwon do, manualidades, fabricación de piñatas y aeróbicos, el Presidente Municipal capitalino destacó la calidad con que fueron hechos los trabajos; se nota, dijo, la disposición de las mujeres, los jóvenes y los niños, el esmero y el toque especial que pusieron por aprender y el ímpetu que tienen por salir adelante.
Para que se impartan cursos de capacitación como éstos, dijo el Munícipe, se requieren dos factores fundamentales, que es el trabajo de los instructores que los imparten y la participación decidida de la ciudadanía; esa mancuerna es la que hace que los talleres sean exitosos.
El Alcalde enfatizó que otra parte medular para conseguir el éxito en dichos talleres, es la alineación de un mismo proyecto de los tres niveles de gobierno, federal, estatal y municipal; cuando es así, siempre hay buenas noticias, coordinación, avance y desarrollo, “pero cuando encima hay simpatía y hermandad, las cosas salen mejor”.
En el acto de clausura de los cursos estuvo presente Gerardo Córdoba, delegado de la SEDATU, a quien Carlos Peña reconoció su esfuerzo para atraer dichos talleres, y además, que sean exitosos.
El Alcalde comentó que el acompañamiento de varios de los Regidores del Ayuntamiento a dicho evento, realizado en el parque Luis Donaldo Colosio, fue para comprometerlos a que le ayuden a tocar puertas ante el gobierno federal y estatal, para que los cursos se impartan también de febrero a junio y de esta manera sean beneficiadas más familias zacatecanas.
Una vez que destacó el éxito de los cursos, el Munícipe dijo que luego del aprendizaje adquirido, se debe pensar en una siguiente etapa, para conformar sociedades que permitan la creación de un negocio que permita vender sus productos, “no dejen de soñar, porque quien deja de soñar, deja de vivir”.