Luego de las declaraciones del Arzobispo de Durango en el sentido de que en Zacatecas y Durango âestá llenoâ de grupos delictivos y ânadie hace nadaâ, el gobernador Miguel Alonso Reyes dijo no tener información sobre las mismas, pero sí subrayó que en el tema de seguridad se busca resolver âno echando culpas, sino buscando alternativas y solucionesâ.
En conferencia de prensa, el jerarca de la iglesia católica Héctor González Martínez pidió a los feligreses tener cuidado con el grupo que opera en esa zona porque dijo, es de los más violentos y peligrosos del país.
Por su parte, Alonso Reyes dijo que ha tenido conversaciones con el gobernador de Durango y con el Obispo de la Diócesis de Zacatecas, así como con diversos actores de la vida social y económica, con quienes ha coincidido que para resolver esta problemática es necesaria la unidad y la coordinación.
Consideró necesario conocer más a detalle lo que el Arzobispo de Durango señaló y que esto se hará a través de la Dirección de Asuntos Religiosos, a cargo de Gerardo Luna Timoide, porque en algunos casos âha resultado que han sido declaraciones simplemente hechas sin fundamento y sin ningún tipo de elemento de fondoâ.
Sin embargo, el jerarca católico aseguró de manera personal que este grupo delictivo opera en los límites entre Durango y Zacatecas en los municipios de Santiago Papasquiaro, San Juan del Río y Tepehuanes, así como en Miguel Auza, Juan Aldama y Río Grande. âRecorren las calles de forma tranquila en sus camionetas y nadie les pone el altoâ, dijo.
Por su parte, Héctor Vega Valenzuela, secretario general del Gobierno de Durango señaló que la próxima semana habrá una reunión con los grupos de seguridad operativa de ambas entidades para salvaguardar la integridad física de quienes transitan por las carreteras.
Fuentes de la Procuraduría General de la República (PGR) aseguran que precisamente por los estados de Zacatecas y Durango, pasan dos rutas terrestres del narcotráfico, ya que consideran que la droga que viene desde Guerrero, pasa primordialmente por Michoacán, Jalisco, Zacatecas y Durango para llegar a Sinaloa y hasta los Estados Unidos.
Mientras tanto, en Zacatecas continúan los operativos de corporaciones estatales y fedeales en comunidades, municipios y carreteras para garantizar la seguridad de los ciudadanos.