Por : Juan Antonio Caldera Alaniz / Comandante del Departamento de Bomberos del Estado de Zacatecas

Es muy importante en toda entidad y en todo establecimiento que se disponga de un plan que permita tomar acciones frente a una situación de emergencia, contingencia o desastre. Por lo general, todas las instituciones disponen de uno, pero no basta con que exista, éste debe estar actualizado, ajustado y difundido entre todos los trabajadores de cada establecimiento.

Todo plan debe ser probado, mediante ejercicios de simulación o simulacros, con todo el personal del establecimiento y tener la cultura de la autoprotección.

Los planes de contingencias se deben definir como las acciones mas especí­ficas frente a diferentes eventos perturbadores que pueden afectar, entre ellos podemos destacar un racionamiento de agua o energí­a. Los planes permiten determinar las responsabilidades y tareas a desarrollar para garantizar la integridad fí­sica.

Contando con el plan es necesario que contemple emergencias tanto internas como externas, la hipótesis de evento interno por lo general, conlleva afectación del establecimiento, por ello se deben implementar algunas medidas de mitigación y los externos implican la atención masiva de ví­ctimas, para ello se debe prever espacios, insumos, protocolos de actuación del personal y sistemas de referencia previamente establecidos.

Toda actividad que se realiza al interior de los establecimientos debe tener un responsable, se debe involucrar a todos de acuerdo a la estructura del plan, se debe conformar un comité responsable del desarrollo e implementación de acciones relacionadas del riesgo ante desastre (prevención, mitigación, preparativos, rehabilitación y reconstrucción).

Este comité debe funcionar bajo la coordinación y el seguimiento de las acciones puntuales, decretar alertas frente a posibles eventos, convocar a los funcionarios necesarios frente a necesidades especí­ficas, desarrollar procesos de capacitación, entre otros.

Es importante disponer de un presupuesto especí­fico y de capacitación para las acciones de gestión de un posible riesgo para el personal de su establecimiento que contemple, entre otros, los siguientes temas; conocimiento del plan anti desastres, atención masiva de ví­ctimas, vulnerabilidad del establecimiento, salud mental, manejo de la información evaluación de daños, prevención de incendios, etc.

Se debe tener presente que los pasillos y ví­as de escape deben estar despejados en todo momento y accesibles para la movilización, en caso de haber puertas o candados. Es importante señalizar el interior del establecimiento, deben ir acorde y ser colocadas en lugares visibles. Se deben incluir los códigos, sistemas de alarmas y directorios de personas responsables, así­ como la ayuda a solución de problemas de personal especializado.

En ocasiones será necesario hacer desplazamientos internos de urgencia y se debe estar seguro de cómo hacerlos. Existe protocolo de atención de ví­ctimas en masa que facilita la organización del trabajo, la calidad y mejorí­a del personal de auxilio. Asignando responsabilidades al personal del establecimiento se facilitará el proceso de una evacuación. Los desastres son eventos de gran impacto en la población y por lo mismo se debe prever lo que existe o lo nuevo puede ocurrir en situaciones de emergencia.

Si el establecimiento requiere realizar un simulacro tenga en cuanta cuatro puntos muy importantes; Uno, elaboración de hipótesis y simulación de diversas condiciones en los agentes perturbadores, afectables y regulador. Dos, tipo de simulacro por operatividad (gabinete, operativos), por programación (previo aviso, sin previo aviso). Tres, evaluación del simulacro aplicar guí­a y Cuarto, mejoramiento del programa interno.

Con esto no se pretende solucionar todos los problemas de vulnerabilidad que se pueden presentar en un establecimiento pero sí­ mitigar y reducir el impacto socioeconómico y la integridad de la propia vida.