De Aguas Blancas a Ayotzinapa: Impunidad VERSUS justicia…

Referente periodístico 

Por Gerardo DE ÁVILA (*)

La matanza y desaparición de 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, en Iguala, Guerrero nos recuerda como sociedad la descomposición social que vive el país. De aquella masacre de Aguas Blancas a la de Ayotzinapa.

Ven barbarie.

Más allá del móvil de este reprobable acontecimiento que ha enlutado a la nación, los más recientes sondeos y encuestas revelan con dureza, que además de la matanza habrá una total impunidad de Lesa Humanidad. Caerán, seguramente, los de menor rango pero jamás el o los autores intelectuales.

Estamos en México.

No hay duda que la pobreza, desigualdad, corrupción y la impunidad son y siguen siendo los cuatro Jinetes del Apocalipsis. Desde luego, hay otros males que aquejan a la nación y México muy mal parado ante el mundo.

Hay que decirlo.

A propósito de los cuatro Jinetes del Apocalipsis recordé las palabras de hace unas horas del Obispo de la Diócesis de Zacatecas Sigifredo Noriega Barceló. El jerarca dijo con toda contundencia: “La impunidad es un mal que aqueja al país”. El prelado tiene razón y no es la primera vez que lo señala.

Ni como decirlo mejor.

Ahora bien, como sociedad hemos asumido una posición sumisa, los medios de comunicación se han alzado como la voz de esas familias que viven la tragedia, aunque la televisión ha ocultado una parte de la historia, como siempre.

Algo no cuadra.

¿Debe irse el gobernador?

México exige que haya justicia en la matanza de Ayotzinapa, que nos ha dejado mal parados como nación en pleno siglo XXI. Nuestra insípida democracia está por los suelos y la desconfianza de los inversionistas se incrementa.

No es la primera vez.

Hasta ahora nadie cree en los discursos del presidente Enrique Peña Nieto ni del gobernador de Guerrero Ángel Aguirre sobre que no habrá impunidad en la matanza de estudiantes y que, hasta ahora se le atribuye al crimen organizado con la complacencia de la autoridad municipal. ¿Y dónde está el edil de Iguala?

Nadie les cree.

Las voces de que el gobernador Ángel Aguirre debe renunciar al cargo para permitir una investigación del caso no son pocas, van en aumento. Pasó de un reclamo social al de la clase política.

¿Será importante?

Sólo como referente, el mal recordado ex gobernador Rubén Figueroa Alcocer, tuvo que renunciar a la gubernatura por la masacre de 17 personas en Aguas Blancas. Bajo este escenario, El estado de Guerrero ha tenido un distintivo: la violencia que contrasta contra el paradisiaco puerto de Acapulco.

Dos realidades.

Lo que sí es un hecho, es que se vaya o no, el gobierno de Ángel Aguirre quedará marcado como el gobierno de la matanza. La actitud asumida hasta ahora por el jefe del Ejecutivo no ha sido la mejor.

¿Debe irse o no?

Circula un documento…

De hecho, circula un documento en Guerrero que, entre otras cosas dice: “El gobierno de Ángel Aguirre ha sido, en el mejor de los casos, inepto e ineficiente; en el peor, cómplice y criminal”. ¡Vaya percepción la que se tiene del mandatario!

Juzgue usted.

En contra parte, el gobernador Aguirre ha dicho que está dispuesto a irse si la gente así lo pide. Desde luego, la posible salida del mandatario no soluciona en nada lo ocurrido con los normalistas asesinados. En todo caso, sí ayudaría a darle seriedad y celeridad a las investigaciones que están en curso.

Pero quieren su salida.

En suma, lo que tenemos hasta ahora, es la matanza y desaparición de 43 estudiantes normalistas, una veintena de policías municipales detenidos que habrían participado y la presencia del crimen organizado en la masacre.

Que falta por saber.

El más optimista de los escenarios acusa que la matanza de estudiantes se atenderá. El más pesimista advierte que la impunidad habrá de imperar sobre la justicia. En medio de esta discusión la violencia se ha recrudecido en México, aunque el discurso oficial diga lo contrario. La sociedad opina otra cosa.

Vaya dilema.

Al cierre de este espacio, trascendió que el Abogado de la Nación Jesús Murillo Karam ya se reunió con los padres de los normalistas; además de que al alcalde de Iguala José Luis Abarca y su esposa serán citados. Ya sospechan de ellos.

¿Será tanta belleza?

Para el anecdotario.

1) Formalmente, el proceso electoral de 2015 ha iniciado, aunque la mayoría de los actores políticos comenzaron desde hace tiempo su promoción. Lo que viene ahora, es que, quienes aspiran a una candidatura convenzan a sus partidos de que representan la mejor opción. De aquí a diciembre veremos desfilar en los medios a quienes buscan un lugar en San Lázaro, pero también vienen tiempos de traiciones. No habrá oportunidad para todos. Y para el 2016 pasa justamente lo mismo.

  • Ya se prefiguran los candidatos. Al tiempo.

2) Ya viene. Ya viene. Ya viene. La dictadura perfecta. El 16 de octubre.

  • Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.

Es tan sólo una opinión.

(*) Periodista.

[email protected]

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